
El drenaje linfático facial se trata de la aplicación de masajes suaves desde el rostro hacia los ganglios, y posteriormente hacia a la zona torácica, ayudando a la eliminación de toxinas de manera natural.
Aplicación
El paciente debe recibir su tratamiento en un ambiente relajado. En este caso, su aplicación utiliza movimientos de bombeo, sin ser agresivos o demasiado intensos, ejerciendo presión sobre las diferentes zonas del rostro, y en dirección de los conductos linfáticos, para depurar y descongestionar el sistema de manera correcta.
Beneficios
Esta técnica aporta innumerables beneficios cuando es realizada por un profesional terapeuta especialista en drenaje linfático manual. Entre ellos:
La reducción de inflamación en ciertas zonas.
La absorción de manera correcta de los líquidos.
Ayuda a que un proceso de cicatrización sea más fácil y rápido.
Mejora el proceso de oxigenación de la piel.
Disminuye problemas de estrés y ansiedad, ya que posee efectos relajantes.
¿Por qué es tan importante su tratamiento?

El sistema linfático es una red de tejidos y órganos. Está formado principalmente por:
- Linfa: Un líquido que contiene glóbulos blancos que defienden al cuerpo de los gérmenes
- Vasos linfáticos: Son los canales que transportan la linfa por todo el cuerpo, distintos a los vasos sanguíneos.
- Ganglios linfáticos: Son las glándulas que se encuentran a través de los vasos linfáticos.
Junto con el bazo, es en estos ganglios donde los glóbulos blancos luchan contra las infecciones.
La médula ósea y el timo producen las células que se encuentran en la linfa. Estos últimos también son parte de este sistema.
El sistema linfático elimina la infección y mantiene el equilibrio de los líquidos del cuerpo.
Contraindicaciones: Está contraindicada su aplicación en las siguientes patologías: Tumores malignos, Infecciones agudas, Edema cardiaco, Várices tortuosas y con relieve, Flebitis, trombosis venosa profunda o tromboflebitis en curso, y Edemas linfodinámicos por desnutrición (pocas proteínas en sangre).
Drenaje linfático corporal como complemento de los tratamientos para lograr mayores beneficios
En mi centro, las sesiones de los distintos tratamientos ofrecidos pueden estar acompañadas de un drenaje linfático corporal; debido a que potencia aún más los resultados y beneficios de las diferentes terapias contratadas, por su combinación con ejercicios de respiración profunda.
El objetivo de un drenaje linfático corporal, es lograr la armonización de todos los sistemas a través del tratamiento de los distintos diafragmas.
Los diafragmas, son estructuras anatómicas (fundamentalmente miofasciales) que separan cavidades corporales, regulando los cambios de presiones. Su variabilidad determina la regulación de la funcionalidad corporal, a través del proceso conocido como HOMEOSTASIS.
Se observan tres diafragmas primarios (craneal, torácico y pélvico), que deben actuar coordinadamente y en armonía; así como otros tres secundarios (cervical, entrada torácica y planta de los pies), los que complementan el juego de presiones corporales.
Diafragmas primarios
Diafragma craneal: conecta las diferentes partes del cráneo, por lo que su correcto funcionamiento garantiza un buen bombeo del líquido cefalorraquídeo.
Diafragma torácico: es el más conocido por su función respiratoria. Es el conector entre el tórax y el abdomen. Es el más importante de todos los diafragmas, ya si éste falla, afectará el funcionamiento del resto de las “válvulas”. Conecta las partes superior e inferior del cuerpo.
Diafragma Pélvico: también conocido como suelo pélvico. Funciona en conjunto con el diafragma torácico. Es el conector entre el abdomen y los miembros inferiores. Cuando hay una disfunción en el suelo pélvico, la pelvis se bloquea, lo que puede originar problemas en los miembros inferiores.
Diafragmas secundarios
Diafragma cervical: conecta el occipital (parte posterior del cráneo) con el hioides (hueso móvil que se encuentra en la parte delantera y superior del cuello). Corresponde al suelo de la boca y es la “válvula” que se encuentra entre la cabeza y el cuello.
Entrada torácica: se encuentra ubicada entre el cuello y la parte superior del tórax, influyendo en la respiración superficial. Una de las principales funciones es la que, ante una situación de estrés, modifica la respiración bloqueando el diafragma torácico, lo que da lugar a una respiración más superficial, necesaria para salir “corriendo” o “luchar”.
Diafragma podal: se encuentran ubicados en las plantas de los pies y representan las válvulas de conexión con el entorno y con los demás. Su tratamiento coadyuva en las diferentes terapias utilizadas en las sesiones contratadas, por su relación con los distintos órganos y sistemas corporales.
Por todo ello, es que el drenaje linfático corporal resulta ideal para complementar los distintos tratamientos que cada uno de los pacientes adquiera, que quedará a criterio de la terapeuta determinar la conveniencia de su aplicación a cada caso en concreto.